CARMEN DE LOS NEVEROS

En una parcela pequeña, de 462 m2 y con un ambicioso programa, la edificación ha de resolver el conflicto entre privacidad y aislamiento del ruido de la calle principal atendiendo, ademas, a la fuerte pendiente y la apertura y conexión con un horizonte entre Sierra Nevada y la Alhambra.

Los espacios, que se instalan como bandas paralelas a la calle, filtran el ruido y tamizan la relación visual de un edificio que presenta un primer plano de vidrio de separación con el vial. Un ámbito de jardín que introduce el frente mas opaco de la vivienda, el de los lugares de servicio y el acceso al vestíbulo, lugar por el que, con una mirada, se atraviesa la casa descubriendo al fondo el extenso paisaje de la Vega granadina.

Las piezas que se plantean en este nivel se encuentran sobre una doble plataforma que se adapta a la pendiente y se extiende hasta el borde inferior de la parcela, abriéndose a esas magnificas vistas y prolongándose al exterior bajo pérgolas que protegen los paños practicables del Estar, en una plataforma aislada de la calle inferior.

El Vestíbulo, que organiza y conecta toda la vivienda, incluye la escalera ligera que da acceso al Dormitorio principal, y continua hasta la Terraza con la Piscina sobre un pavimento flotante de madera, todo ello sobre los dormitorios de la planta inferior.

En Semisótano aparecen, con una sección singular y alturas de 3,50 m, los espacios que completan el programa; el gimnasio, la biblioteca y el garaje. Se iluminan y ventilan mediante patios ingleses que aparecen en el jardín perimetral como planos de vidrio transitables y que se convierten en luminarias de los jardines laterales de la parcela.